Presentación
Primeras horas de 1922, Patagonia. En algún lugar del inhabitado oeste, buscando refugio de una fuerte tormenta, dos peones se encuentran en un rancho abandonado. Uno viejo, el otro joven, son trabajadores sin nombres, que no se conocen y están huyendo del ejército. Los militares vienen rastrillando la zona a la caza de los últimos huelguistas en fuga. Estos dos peones son de los pocos que lograron escapar rumbo a las montañas, para cruzar hacia Chile. Los dos son anarquistas, pero con distintas ideas políticas: el joven es anarco individualista y el viejo es anarco colectivista. En esta noche de viento y tormenta, tienen hambre, tienen frío, tienen muy poco para comer y desconfían el uno del otro. El joven tiene dos caballos. El viejo tiene un arma. En algún momento discuten de política. En algún momento se les escapa un tiro. En algún momento, el joven cuenta que ha estado en Río Perro, una estancia tomada por los trabajadores donde, en una asamblea general, más de doscientos hombres votaron por entregarse de forma pacífica ante el ejército. Después fueron fusilados. El viejo le pregunta cómo pudo escapar. Mientras el joven rememora, termina este segmento, que es tan sólo el comienzo de una película más grande, llamada 1922, que retrata las épicas desventuras de estos dos anarquistas en el camino a cruzar las montañas.
El director
Los actores
La Productora
1922 en Historia Obrera
Siguiendo la decisión de sumar contenido audiovisual al artefacto cultural multimedia en construcción, conversamos sobre dicha posibilidad con Martín Mauregui. Él, en tanto director de cine, venía trabajando en el guión de una película que tenía por protagonistas a dos anarquistas que se escapaban de los fusilamientos que el ejército argentino perpetró en la Patagonia durante 1921 contra los obreros rurales en huelga. Había comenzado a colaborar con él con algunas referencias que podía aportar como historiador: sugerí bibliografía, lo acompañe a la Biblioteca y Archivo de la Federación Libertaria Argentina, fuimos juntos a hacerle consultas a Osvaldo Bayer, quien era uno de los especialistas más destacados sobre el tema… Finalmente, tuve la oportunidad de hacer comentarios en clave histórica del guión que llevaría por título 1922.
No quiero omitir que fue muy gratificante como historiador ver reflejados en el guión ciertos pasajes de mi capítulo dedicado a la clase obrera y el anarquismo en la Argentina del Centenario de la Revolución de Mayo (ver capítulo 1). En la dinámica del intercambio, fuimos avanzando en discusiones focalizadas tanto en las particularidades como en los vasos comunicantes que tenían entre si la investigación sobre temas del pasado, la divulgación de la historia y el cine. Martín se proponía hacer una película con rigor histórico, pero aclarando que en la definición de ciertas escenas y conversaciones primaría cierta lógica argumentativa y estética que él defiende como propias del cine. Debatimos mucho sobre el uso de las palabras y el armado de frases, sobre la claridad teórica e ideológica que podían tener ciertos activistas de base de la Patagonia en aquella época, sobre vestimentas y modismos del momento, sobre las coincidencias y las diferencias entre cine histórico, cine militante y cine, etcétera. Realmente fue una experiencia transdiciplinar exigente, estimulante y muy productiva al momento de pensar la historia en un soporte tan potente como es el cine.
Las motivaciones, las preocupaciones y los desafíos que nos despertaban 1922 y Retazos… se cruzaban, complementaban y retroalimentaban en varios puntos. Se daba un enriquecimiento mutuo que no dejábamos de aprovechar. Si esto ya era suficientemente bueno, fue aún más grande mi alegría cuando Martín ofreció, con mucha generosidad, que un fragmento de 1922 podría ser parte de Retazos… Me propuso la parte inicial de la película, esa que se relacionaba con aquel capitulo que se convirtió en el primero de Retazos... En ese tramo, a grandes rasgos, el film recupera discusiones que tuvieron los trabajadores anarquistas en torno a concepciones más individualistas o más colectivistas, más reformistas o más revolucionarias, pero donde el límite de sus diferencias está marcado por lo que tienen en común y por sus necesidades de avanzar en conjunto frente a un poderoso enemigo que en gran medida los unifica.
Durante el año 2016, junto a la productora La Unión de los Ríos, se filmó y se editó dicho segmento, que debe ser considerado como un trabajo en progreso. Desde entonces tuve la oportunidad de mostrar este adelanto de 1922 en varias ocasiones dentro del ámbito sindical y confirmar su efectividad para despertar el interés y la curiosidad por la historia de lxs trabajadorxs al mismo tiempo que animaba reflexiones, preguntas e inquietudes. No es que estuviéramos descubriendo los ya conocidos buenos vínculos que se pueden cultivar entre el cine y la historia, pero sin dudas el film dirigido por Martín Mauregui aportó una pieza valiosísima a la propuesta de Retazos… y, a su vez, en este contexto de producción y difusión ganó cierta particularidad.
Gustavo Nicolás Contreras
Ficha técnica
Año de producción: 2015/2016
Lugar de realización: Monte y Pehuajó, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Duración: 30 min.
Formato: 2.35:1, Color, 5.1.
Guión y Dirección: Martín Mauregui
Elenco: Germán de Silva, Juan Barberini, Jorge Sesán, Nicolás Castañon y Pablo Gasloli
Fotografía y Cámara: Soledad Rodriguez
Sonido: Santiago Fumagalli y Federico Esquerro
Arte: Laura Caligiuri
Vestuario: Florencia Caligiuri
Montaje: Andrés P. Estrada
Jefatura de Producción: Martin Feldman