Tipo de efeméride 1M
marzo
24mar12:00 am11:50 pmEl golpe de 1976Por Efemérides de Historia Obrera*

EFEMÉRIDE
Un golpe contra la clase trabajadora El golpe de 1976 se propuso desarticular el poder acumulado por la clase trabajadora argentina
EFEMÉRIDE
Un golpe contra la clase trabajadora
El golpe de 1976 se propuso desarticular el poder acumulado por la clase trabajadora argentina con el fin de imponer una política económica regresiva y sofocar toda amenaza al sistema de dominación social. Frente al retroceso en las condiciones laborales, los cambios en la legislación, el ataque a los sindicatos y una violenta represión, la clase obrera encontró las formas de resistir, mostrando que aún en las condiciones más difíciles es posible luchar.
El golpe de 1976 es un parteaguas en la historia de nuestro país.
El gobierno militar que asumió el poder del estado, con el apoyo y la activa participación de sectores empresariales, eclesiásticos y civiles, desató una brutal ofensiva contra la clase trabajadora argentina. Con avances y retrocesos, esta había cimentado a lo largo de décadas de lucha su poder de clase, a través de un conjunto de derechos económicos y sociales, y de una robusta y diversa red de organizaciones políticas y sindicales. Desde el Cordobazo de 1969, a su vez, protagonizaba una movilización antiburocrática y antipatronal y una radicalización política que ponía en cuestión el sistema de dominación y dificultaba los planes de ajuste y reestructuración capitalista como el que había intentado Rodrigo en 1975.
Por ello, el Proceso de Reorganización Nacional fue, en primer lugar, un golpe contra la clase trabajadora, un proyecto refundacional de la burguesía, dirigido a reestructurar el capitalismo argentino y su inserción internacional. Para alcanzar sus objetivos necesitaba generar un cambio profundo en la situación de los y las trabajadorxs y en las relaciones y legislaciones laborales, y para esto era imprescindible quebrar el poder obrero, lo que solo podía encontrar su cauce mediante la más sangrienta represión, llevada a cabo con la indisimulada colaboración de muchas patronales.
Este proyecto de clase se insertó en los importantes cambios que estaba experimentando el contexto internacional por esos años. Durante la Guerra Fría, las burguesías latinoamericanas habían ido adoptando la Doctrina de Seguridad Nacional para hacer frente a las amenazas revolucionarias, reales o imaginarias, que vislumbraban tras cada uno de los movimientos populares. Como consecuencia, un reguero de golpes militares preventivos arrasó la región. A mediados de los setenta, además, una política consciente de reorganización de la economía internacional liderada por los Estados Unidos iniciaba su expansión global para revertir la nueva crisis del capitalismo mundial. Sus principios más elementales: la completa liberalización de los mercados y el achicamiento del estado. Su nombre popular: neoliberalismo.
Para la dictadura, entonces, contrarrevolución y neoliberalismo, eran dos caras de la misma moneda. El resultado sería un descomunal plan sistemático de secuestros, torturas, robo de niñxs y 30.000 detenidxs-desaparecidxs, junto con la caída en picada del salario, miles de fábricas cerradas, desocupación y un endeudamiento que pesaría sobre generaciones de argentinxs. Aún en esas difíciles condiciones, no faltarían luchas y diversas formas de resistencia obrera que serían centrales para desgastar el poder dictatorial hasta lograr su caída.
Los textos que componen esta efeméride, elaborados por algunos de los principales especialistas en el período, ofrecen claves centrales para comprender este proceso. En tiempos en que desde el Estado nuevamente se lanza una ofensiva contra la clase trabajadora y se escuchan voces reivindicatorias de la acción dictatorial, la historia también es una herramienta de combate.
*Pablo Ghigliani, Rodolfo Laufer, Joaquín Aldao y Gonzalo Pérez Álvarez.
mayo
01may8:00 am11:50 pmEl Día Internacional de lxs TrabajadorxsPor Colectivo Historia Obrera

EFEMÉRIDE
¡Proletarixs del mundo, uníos! Desde la organización de la primera manifestación internacional en 1890 por el reclamo de la jornada laboral
EFEMÉRIDE
¡Proletarixs del mundo, uníos!
Desde la organización de la primera manifestación internacional en 1890 por el reclamo de la jornada laboral de ocho horas, lxs trabajadorxs del mundo entero no han cesado de reafirmar cada 1ro de mayo sus demandas y sus esperanzas de justicia.
La conmemoración del día internacional de lxs trabajadorxs ha quedado ligada a la memoria de los mártires de Chicago. El 1° de mayo de 1886, el movimiento obrero norteamericano lanzó la huelga general para instaurar los tres ochos: ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de ocio e instrucción. Durante los días subsiguientes, las fuerzas armadas estatales y privadas reprimieron las manifestaciones organizadas en Chicago, asesinando a varios trabajadores. La indignación obrera se tradujo en una nueva y masiva convocatoria en la Plaza de Haymarket, el 4 de mayo. Esta vez, la represión fue repelida por una bomba casera y anónima que terminó con la vida de un efectivo policial, mientras que la inmediata y brutal represalia dejó decenas de muertos y centenares de heridos en las filas proletarias. Como consecuencia, en un proceso judicial infame, cinco militantes anarquistas fueron condenados a muerte y tres a prisión por un hecho que no habían cometido, como lo habría de reconocer en 1893 el propio gobernador de Illinois al liberar a los sobrevivientes.
La evocación se completa con el Congreso Internacional Socialista reunido en París en 1889, que decidió organizar una manifestación a nivel mundial el 1° de mayo de 1890 para reclamar a los poderes públicos la reducción legal a ocho horas de la jornada laboral. La resolución del Congreso ha sido usualmente interpretada como un homenaje a los mártires de Chicago, aunque ésta no los mencionaba, sino que se limitaba a secundar la decisión de la American Federation of Labor de inaugurar en los Estados Unidos la jornada laboral de ocho horas desde el 1° de mayo de 1890.
Mientras la gradual construcción y generalización de este relato heroico ilumina el sacrificio militante y los orígenes combativos del 1° de mayo, termina dejando en las sombras el creciente proceso de internacionalización que vivía el movimiento obrero de la época. Así también, el esfuerzo que venían realizando desde mediados de la década de 1860 miles de militantes y dirigentes de escasos recursos, y de las más variadas procedencias e ideas, para edificar programas y solidaridades que potenciaran las acciones colectivas. Naturaliza, por último, la afirmación del ideal de los tres ochos que hubo de galvanizar la voluntad de pelea de las masas obreras a lo largo del siglo XIX y más allá. Al fin y al cabo, la historia del 1ro de mayo no se circunscribe al pasado, ni es el recuerdo de ese pasado lo que lo ha mantenido vivo hasta el presente, sino la capacidad de generaciones y generaciones de trabajadorxs de renovar sus sentidos, ligándolos a la lucha permanente por la justicia y por una vida libre de opresión y explotación.
Recursos

Marcha del 1° de Mayo de Sofía Viola y Edson Velandia
Posters del 1ro de mayo
