En el año 2002, Maximiliano Kosteki y Darío Santillan eran militantes de los Movimientos de Trabajadores Desocupados de “La Verón”. Tenían 22 y 21 años. 

Maxi había nacido en Lomas de Zamora e integraba el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Guernica. Como tantos jóvenes en aquellos tiempos, estaba desocupado y realizaba cada tanto alguna que otra changa como letrista o cuidador de perros. También solía hacer malabares en los semáforos pasando la gorra. Se había movilizado por primera vez el 1° de mayo de 2002, integrándose desde entonces a las actividades del MTD. Le gustaba dibujar y aquel día, recuerdan sus compañeros y compañeras, hizo un ángel con su cara cubierta y un palo en sus manos: “El ángel piquetero”. Había vivido un tiempo en Don Orione, pero nunca antes se había cruzado con Darío. El 26 de junio del 2002, herido por tres balas policiales, muere en el hall de la Estación Avellaneda. 

Darío era un joven militante de la Zona Sur del conurbano bonaerense. Hijo de una familia trabajadora del barrio Don Orione (Claypole-Almirante Brown), había comenzado su proceso de politización al calor de las luchas del movimiento estudiantil secundario. También había participado en experiencias políticas como el Movimiento la Patria Vencerá (MPV), un agrupamiento del nacionalismo revolucionario que impulsaba trabajos de base culturales y territoriales. Desde el año 2000 se había dedicado de lleno a conformar el MTD de Don Orione, organizando espacios comunitarios, productivos y autogestionados, y participando de las movilizaciones, tomas de edificios públicos y cortes de ruta. Desde ahí habría de participar activamente en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001. Al tiempo se mudó a Lanús para participar en el MTD de ese distrito, construyendo su casa en un terreno tomado y trabajando en una bloquera. El 26 de junio del 2002, mientras intentaba socorrer a Maxi, fue asesinado a quemarropa por el cabo Acosta.