En esta columna relataremos la huelga ferroviaria de fines de 1950 y principios de 1951. El abordaje de esta huelga, llevada adelante en un gremio que contaba con 150.000 afiliados y cumplía un rol central en la economía argentina, nos brinda la oportunidad inmejorable para cuestionar ciertas nociones del sentido común historiográfico. Fundamentalmente, al tratarse de una huelga que se desarrolló en un gremio fuertemente identificado con el peronismo y durante el primer gobierno de Perón, su análisis nos invita a abandonar perspectivas esquemáticas a la hora de entender la manera en que lxs trabajadorxs se relacionaban con su líder político. En esta huelga podemos observar cómo un gran número de obrerxs de diversas orientaciones políticas, priorizando su identidad de trabajadorxs ferroviarixs, se organizaron en comisiones de huelga, y se enfrentaron a la dirección del sindicato y al gobierno peronista, para defender sus intereses de clase. Lxs obrerxs ferroviarixs peronistas le hicieron frente a su líder sin por eso dejar de reconocerse como peronistas, dejando en claro que lxs trabajadorxs eran parte activa del movimiento peronista y estaban lejos de aceptar obsecuentemente los designios de Perón. Asimismo, podemos dimensionar la relevancia histórica de esta huelga teniendo en cuenta el empeño que puso el gobierno en derrotarla. Los métodos utilizados variaron desde las visitas personales de Evita a las estaciones de tren con el fin de convencer a lxs huelguistas, hasta la exoneración, el encarcelamiento de huelguistas y la militarización de lxs trabajadorxs ferroviarixs.

 

Columna #12
Fecha de emisión: 10 de noviembre de 2012.
El Brote Nº 62, Radio Universidad FM 95.7 Mhz / de la Azotea FM 88.7 Mhz, Mar del Plata