Taller
déjà vu
Las y los trabajadores
en la década del noventa
La historia no se repite
pero tiene recurrencias
1991: La marcha de hierro
21sepTodo el día1991: LA MARCHA DE HIERROPor Natalí Narváez

EFEMÉRIDE
Sierra Grande, del socavón al corte de ruta En septiembre de 1991 el pueblo de Sierra Grande se movilizó
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Sierra Grande, del socavón al corte de ruta
En septiembre de 1991 el pueblo de Sierra Grande se movilizó para exigirle al gobierno de Menem la continuidad de HIPASAM, la mina de hierro más grande de Sudamérica, que desde su fundación se había convertido en el eje productivo y social de esa comunidad del sudeste de Río Negro.
El 21 de septiembre de 1991, el pueblo de Sierra Grande salió a las calles en apoyo a la lucha que los trabajadores de HIPASAM (Hierro Patagónico Sociedad Anónima Minera) y sus familias venían sosteniendo contra el cierre de una de las más importantes empresas productivas de propiedad estatal, dedicada a la extracción y comercialización de hierro. En su campaña presidencial, Carlos Menem, durante un acto en la plaza principal de la ciudad, había prometido que del socavón de la mina nacería la revolución productiva que se habría de extender por toda la Patagonia. Muy por el contrario, a principios de 1992 la clausuró por decreto como parte de su política de reestructuración del Estado y del capitalismo argentino.
La larga lucha contra el cierre de HIPASAM recurrió a formas de organización que serían retomadas en otros conflictos obreros de la Patagonia y del resto del país, y luego también, por los movimientos de trabajadores desocupados. Los cortes de la ruta 3, las sentadas estudiantiles en apoyo a los mineros, la propuesta de los trabajadores para la gestión obrera de la producción y exportación del mineral, fueron algunas estrategias de las familias mineras para sostener y visibilizar su lucha.
El rol de las mujeres fue clave: fueron ellas quienes sostenían los cortes cuando sus compañeros viajaban a Buenos Aires para mantener reuniones con el directorio de la empresa. Fueron, también, quienes motorizaron una de las medidas más emblemáticas del enfrentamiento: la huelga de hambre. Y no sólo pusieron el cuerpo durante el conflicto, sino que tras el cierre de la mina, muchas se quedaron solas en Sierra Grande criando a sus hijxs, mientras sus maridos buscaban trabajo en otras regiones.
En cierto modo, aquella jornada de lucha se vinculaba, hacia el pasado, con las grandes huelgas de HIPASAM de 1973 y 1975, y hacia el futuro, con la conmemoración que 25 años después habrían de realizar los trabajadores mineros. Así, el 21 de septiembre de 2016, los ex obreros de la mina estatal y sus familias se movilizaron para recordar aquella gesta obrera, mientras una nueva huelga paralizaba la multinacional china que en 2006 había reactivado la producción minera.
En Sierra Grande siguen emergiendo, desde los socavones a las rutas, las luchas y la organización de un pueblo obrero que nunca se resigna, recordatorio de que donde hay lucha obrera, no hay fin de la historia.
Recursos

Foto: Mujeres de Sierra Grande realizando un corte de la ruta nacional nº 3 y exigiendo soluciones para su pueblo. Año 1991
Recomendaciones bibliográficas

Narváez, Natalí (2015). Conflicto social y estrategias de resistencia. Las experiencias de los mineros de Hipasam en Sierra Grande (1973-1975). Testimonios, Nº 4. 21-45.
Pérez Álvarez, G. y Narváez, N. (2022). Represión estatal y sindical contra la lucha obrera: la huelga de Hipasam (1975) y Guilford (1976). Sierra Grande y Comodoro Rivadavia, Patagonia, Argentina. Sociohistórica, 49, e157.

1993: El Santiagueñazo
16dicTodo el día1993: El SantiagueñazoPor Gonzalo Pérez Álvarez

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El primer diciembre que transformó el país En la oscuridad de la noche neoliberal, las fogatas del Santiagueñazo iluminaron el
EFEMÉRIDE
El primer diciembre que transformó el país
En la oscuridad de la noche neoliberal, las fogatas del Santiagueñazo iluminaron el horizonte: resistir era posible.
Tras la “exitosa” puesta en marcha de la convertibilidad del presidente Carlos Menem y el ministro Domingo Cavallo, el proyecto neoliberal avanzaba en Argentina con escasas resistencias. Las privatizaciones se sucedían y los paquetes de ajuste se profundizaban, haciendo que millones de personas cayeran en la pobreza y la desocupación. Su hegemonía era potente: el impacto del terror de estado, impuesto por la dictadura, y del terror de mercado, impulsado por la hiperinflación, hacía difícil pensar en otros caminos. El marco internacional no ayudaba: el derrumbe de la URSS en 1991 parecía confirmar que no había alternativas.
Parecía que sólo quedaba tratar de salvarse solo, ser un “ganador” mientras el resto caía barranca abajo. Sin embargo algo cambió: en uno de esos territorios donde muchxs creen que “no pasa nada”, pasó de todo. En el Santiago del Estero de la supuesta eterna “siesta”, el pueblo se despertó y transformó la historia.
El 10 de diciembre tomaron fuerza los reclamos en la empobrecida provincia de Santiago del Estero, contra el ajuste provincial que impulsaba el gobernador Fernando Lobo en línea con el gobierno nacional. Esas movilizaciones fueron el preámbulo del 16 de diciembre: allí la movilización obrera y popular ocupó la ciudad de Santiago, incendiando la Casa de Gobierno, el Poder Judicial, la Legislatura y el Archivo Provincial. También atacaron casas de conocidos funcionarios y quemaron vehículos oficiales: los enfrentamientos fueron durísimos, con al menos cuatro muertos y centenares de heridos.
El hecho fue calificado como un “estallido social contra el ajuste”. Desde el Vaticano, mientras era nombrado conde de la nobleza vaticana, Menem anunció la intervención provincial. El 17 se mantuvo la lucha en Santiago y se extendió a su ciudad lindante, La Banda, derrotando a la policía y resistiendo el avance de la gendarmería. El gobierno nacional tuvo que retroceder en el ajuste y lanzar un programa de “trabajo temporal”.
Este hecho marcó una ruptura: el avance del proyecto neoliberal empezaba a encontrar más resistencia. Desde allí la lucha iría en alza: a nivel latinoamericano, a los pocos días, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional irrumpió con su levantamiento. En Argentina le siguieron Tierra del Fuego en la Semana Santa de 1995, Cutral Có y Plaza Huincul en 1996, y tantas otras luchas que acumularían experiencias hacia el diciembre de 2001. El santiagueñazo prendió la mecha de esa rebelión.
Recursos
Recomendaciones bibliográficas
Cotarelo, M. (1999). El motín de Santiago del Estero. Argentina, diciembre de 1993. PIMSA, DT Nº 19.


Dargoltz, Raúl; Oscar Gerez y Horacio Cao (2006) El nuevo Santiagueñazo: cambio político y régimen caudillista – Biblos – Buenos Aires. Edición electrónica corregida – 2020.
Auyero, Javier (2002). El Santiagueñazo (Argentina, 1993). Las memorias de la protesta. Rev. Venez. de Econ. y Ciencias Sociales, 2002, vol. 8, nº 1 (ene.-abr.), pp. 33-56.

1994: La Carpa de la Solidaridad
13julTodo el día1994: La Carpa de la SolidaridadPor Pablo Ghigliani

EFEMÉRIDE
Un símbolo de la lucha contra el neoliberalismo Instalada por el gremio de Luz y Fuerza de Mar del Plata
EFEMÉRIDE
Un símbolo de la lucha contra el neoliberalismo
Instalada por el gremio de Luz y Fuerza de Mar del Plata frente a la empresa ESEBA el Día del Trabajador de la Electricidad, la Carpa de la Solidaridad sería levantada después de siete meses y once días luego de un verdadero triunfo: la reincorporación de los últimos despedidos que aún quedaban en la calle.
Aunque la reincorporación de lxs 23 despedidxs por ESEBA fuera su reclamo emblemático, la disputa tenía raíces mucho más profundas. Apenas meses antes, la conducción del gremio había sido reelegida con un programa anti-neoliberal que denunciaba el congelamiento salarial y los tickets canasta; proclamaba la defensa del convenio colectivo frente a la flexibilización laboral propiciada por los acuerdos del sindicalismo empresario de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (Fatlyf); confrontaba los retiros voluntarios financiados con los préstamos del Banco Mundial; y rechazaba de plano la privatización. Nada nuevo. Después de todo, había sido esta misma conducción gremial la que había inaugurado su mandato parando en 1988 contra el desguace en cuotas de la empresa provincial de energía -DEBA- impulsado por la gobernación del peronista Antonio Cafiero.
Seis años después, crisis hiperinflacionarias mediante, transformada DEBA en sociedad anónima bajo el nombre de ESEBA, desmembrada y en liquidación la empresa Agua y Energía, malvendida SEGBA; expulsados de la Fatlyf por los representantes del sindicalismo empresario y en plena avanzada menemista, la privatización parecía inevitable.
Fue en este contexto profundamente adverso cuando la carpa se incorporó al imaginativo repertorio que venía desplegando el gremio en sus batallas. De entrada nomás, arrancó con olla popular y juntada de firmas. Pronto se incorporó al paisaje cotidiano de la ciudad como lugar de encuentro de lxs trabajadorxs lucifuercistas y de la militancia. Conscientes, además, de la imposibilidad de enfrentar la privatización en soledad, el gremio cultivó con ahínco las más amplias alianzas sociales. Por la Carpa de la Solidaridad desfilaron representantes de las más diversas organizaciones políticas, sociales, comunitarias y culturales. En su seno, se desarrollaron y alojaron un sinfín de actividades, desde el día del niño hasta recitales. Su presencia motorizó nuevas acciones de protesta, entre las que se destacaron tres ayunos y varias marchas de antorchas que iluminaron los anocheceres marplatenses.
En el acto que coronó la finalización del conflicto, José Rigane, secretario general del gremio, señaló que la carpa había evidenciado que organizados, unidos y solidarios, no sólo era posible luchar sino también vencer; pero que el verdadero sentido de la gesta quedaría demostrado en la capacidad futura de continuar la pelea. Aunque la privatización no pudo evitarse, sí se evitaron algunos de los atropellos de la nueva empresa EDEA, gracias a que otra carpa, -la Carpa de la Dignidad-, se mantendría de pie durante 15 meses y 15 días entre julio de 1997 y octubre de 1998.
Recursos

Revista “8 de octubre”. Desde su primer número aparecido en el mes de julio de 1987, la revista “8 de Octubre”, órgano de prensa del Sindicato de Luz y Fuerza Mar del Plata, se destacó por la calidad periodística de sus notas. Para más información sobre los acontecimientos narrados en la efeméride, pueden consultar los números 113 a 119.
Recomendación bibliográfica
Tabaré de Pompeya (1998) De todas las sangres, otra vez el fuego. La novela del Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata. Mar del Plata: Sindicato Luz y Fuerza.

1994: Lxs científicxs contra las privatizaciones
25octTodo el día1994: Lxs científicxs contra las privatizaciones menemistasPor Hernán Comastri

EFEMÉRIDE
Clases públicas para “Educar al Ministro” Movilizaciones y clases públicas de científicxs, docentes, investigadorxs y trabajadorxs lograron detener los proyectos
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Clases públicas para “Educar al Ministro”
Movilizaciones y clases públicas de científicxs, docentes, investigadorxs y trabajadorxs lograron detener los proyectos de privatización del sector científico y tecnológico impulsados por Cavallo y Menem durante la década del 90.
El 25 de octubre de 1994, científicxs, investigadorxs, docentes universitarixs, técnicxs y trabajadorxs del sistema nacional de ciencia y tecnología se congregaron en la Plaza de Mayo para defender al sector de los proyectos privatistas del gobierno de Carlos Saúl Menem. Se habían movilizado en una nueva “Marcha en Defensa de la Ciencia y la Tecnología”, pero esta vez, dándole la espalda a la Casa Rosada, organizaron un conjunto de clases públicas sobre ciencia, tecnología y desarrollo humano con el objetivo de “educar” al ministro de economía, Domingo Cavallo, sobre la importancia del área para el desarrollo socio-económico del país. Ese mismo ministro, en una actitud altanera y machista, un mes atrás había desestimado los datos del aumento de la desocupación presentados por la socióloga y demógrafa Susana Torrado, mandándola “a lavar los platos”.
El conflicto no era sólo presupuestario, respondía también al proyecto del gobierno justicialista de desmembrar y privatizar la Comisión Nacional de Energía Atómica, institución central del sistema científico y tecnológico nacional. A través de un decreto, y por recomendación del Banco Mundial, se había creado la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A., nueva propietaria de los reactores nucleares de potencia (Atucha I, Embalse y Atucha II), “sujeta a privatización total”. El proyecto se insertaba, así, en una política más amplia de privatización de todo el sector eléctrico, que incluía también a empresas como SEGBA y a las represas hidroeléctricas Yacyretá y Salto Grande.
Esta iniciativa generó rechazos desde diversos sectores políticos y sindicales, que expresaron su preocupación por la política de vaciamiento y mercantilización del sistema científico y tecnológico nacional. En esta línea se pronunciaron, por ejemplo, Raúl Alfonsín, Alfredo Bravo, Graciela Fernández Meijide, Fernando “Pino” Solanas y Fernando de la Rúa, como así también los referentes de ATE Víctor De Gennaro y Carlos Girotti, entre otros. A la “clase pública” de octubre de 1994 se sumaron como oradorxs, además, el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la historiadora Hilda Sábato y el matemático Gregorio Klimovsky. Les escuchaban distintas personalidades de la política y la cultura, que ayudaron a dar publicidad a la lucha y la recolección de firmas para forzar un debate parlamentario del proyecto de Cavallo.
Aunque este debate nunca llegaría a realizarse, las intervenciones de estxs intelectuales y la movilización de lxs trabajadorxs y de la ciudadanía en general, que continuaría durante los años siguientes, fueron esenciales para poner un freno al proceso privatizador en el sector científico.
Recursos

Una sátira a la frase de Cavallo en la tapa de Página 12 del 24 de septiembre de 1994.
Nota del diario Clarín del 26 de octubre de 1994 sobre las clases públicas organizadas por la comunidad de científicxs e investigadorxs.


Hurtado, Diego (2014). El sueño de la Argentina atómica. Política, tecnología nuclear y desarrollo nacional (1945-2006). Buenos Aires: Edhasa.
Rodríguez, Milagros (2015). “¿Reforma administrativa o desmembramiento? La reorganización de la Comisión Nacional de Energía Atómica en el marco del Estado Neoliberal en Argentina (1994)”. Revista Brasileira de História da Ciência, v. 8, n° 1, Río de Janeiro.

1997: La Carpa Blanca
02abrTodo el día1997: La Carpa BlancaPor Pablo Ariel Becher

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La carpa de la dignidad docente A fines del gobierno menemista, la Carpa Blanca activó un conjunto de demandas en torno
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La carpa de la dignidad docente
A fines del gobierno menemista, la Carpa Blanca activó un conjunto de demandas en torno a la educación pública. A partir de una medida que innovó respecto a las tradicionales acciones de protesta sindical, se generaría un proceso de unidad de diversas luchas.
Ante la grave situación económica y social producto de las reformas del gobierno menemista (1989-1999), el deterioro salarial y el aumento de la precariedad en las condiciones del trabajo docente, la Central de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) instaló el 2 de abril de 1997 una carpa en la Plaza de los dos Congresos. Fue el inicio del ayuno docente como acción de protesta, basado en líquidos e infusiones, con asistencia médica permanente, un máximo de veinte días por persona y rotación de quienes desarrollaban la medida. Allí, frente al poder legislativo nacional, se reclamaba financiamiento educativo, en especial para un conjunto de provincias en conflicto por falta de recursos y desinversión en materia escolar.
Quienes ayunaban llevaban sobre sus delantales carteles con frases como “docente argentino ayunando” o “todos somos docentes”. Esos cuerpos docentes evidenciaban el aumento del hambre en una sociedad pauperizada que encontraba en la carpa un refugio, un espacio de encuentro, un testimonio de denuncia. Fue una medida diferente a las del repertorio clásico de huelgas y movilizaciones, con la que se buscó masificar la demanda y proponer un debate ante el proceso de desvalorización de la Educación Pública. Esa estrategia no fue compartida por todos los sectores opositores dentro de CTERA, que veían en esta acción la falta de un plan de lucha, el desvío de una huelga docente prolongada y la sola presencia de medidas en la Capital Federal, con el objetivo de apoyar a la Alianza, el frente político opositor al menemismo. No todos compartían el mismo punto de vista…
La Carpa Blanca representaba la figura de una escuela, instalada con pupitres y mesas, junto a una estatua de Sarmiento amordazado. Las actividades en su interior se multiplicaron y se convirtió en un símbolo referente de otras protestas sociales, siendo replicada con carpas y demás acciones en diferentes puntos del país.
El 30 de diciembre de 1999 y por el apoyo de la conducción que dio CTERA al nuevo gobierno de la Alianza (1999-2001), se decidió levantar la Carpa, sosteniendo que se habían cumplido sus demandas con la aprobación en el Congreso de una ley de financiamiento educativo para solventar el llamado “incentivo docente”.
La Carpa Blanca se mantuvo en pie durante 1.003 días, ayunaron allí 1.380 maestros y más de 5.000 docentes colaboraron en diversas tareas. Fue visitada por miles de personas, logrando el apoyo de la población y de los medios de comunicación. En medio de las políticas neoliberales, la carpa logró quebrar el aislamiento, resistió la desacreditación de la tarea docente y fortaleció los lazos de unidad. El poder de su simbolismo logró el consenso de amplias capas sociales en torno al valor y la relevancia de la Educación Pública como derecho social que debe ser garantizado por el Estado.
Recursos

A 20 años de la Carpa Blanca: Audiovisuales elaborados por CTERA, SUTEBA y AMSAFE en 2017, al cumplirse 20 años de la instalación de la Carpa Blanca
Recomendaciones bibliográficas

Daniel do Campo (2020), Historia reciente y educación. La Carpa Blanca en tiempos del neoliberalismo (1997-1999), Tesis de maestría en historia contemporánea, Universidad Nacional de General Sarmiento
Guidici Navarro, Maria Laura (2019), El ayuno docente: cuerpos, vulnerabilidad y estrategias de protesta durante la carpa blanca (1997- 1999), en revista TESTIMONIOS, n° 8, UNC

1997: La Pueblada de Tartagal y Mosconi
07mayTodo el día1997: La pueblada de Tartagal y Mosconi (Salta)Por José Daniel Benclowicz

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Asambleas populares y rebelión contra la crisis y la desocupación Cuando la crisis provocada por las políticas neoliberales del gobierno
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Asambleas populares y rebelión contra la crisis y la desocupación
Cuando la crisis provocada por las políticas neoliberales del gobierno peronista de Carlos Menem se tornó insostenible en Tartagal y Mosconi, los vecinos organizados decidieron bloquear la ruta nacional N° 34 para visibilizar sus reclamos. A pesar de las amenazas de represión, el corte se prolongó durante siete días, a lo largo de los cuales se desarrollaron Asambleas Populares masivas que impusieron importantes reivindicaciones.
Tartagal y Mosconi son dos localidades petroleras ubicadas en el norte de Salta, fuertemente afectadas por la privatización de YPF, que terminó disparando los niveles de desocupación e indigencia en la zona. Saltaron a la tapa de los diarios nacionales en mayo de 1997, cuando se convirtieron en escenario de un masivo y prolongado corte de la estratégica ruta nacional n° 34, que conecta el noroeste argentino con Bolivia. El corte fue el punto de llegada de un proceso de organización de una comunidad que venía reclamando por la falta de trabajo y la dramática situación social y que se mantenía atenta a las protestas que se registraban en otros puntos del país. En particular, la Asamblea de Vecinos que impulsó el corte tuvo presente la pueblada que se había registrado el año anterior en Cutral Co y Plaza Huincul (Neuquén).
A lo largo de los siete días que se extendió la protesta se celebraron asambleas populares masivas que improvisaron mecanismos de democracia directa, poniendo en cuestión el funcionamiento del sistema político representativo. El movimiento involucró prácticamente a todos los grupos sociales: trabajadores ocupados y desocupados, comunidades aborígenes, comerciantes, empresarios, y estudiantes secundarios, entre otros. Dentro de los sectores políticos, participaron dirigentes de todos los partidos opositores al gobierno provincial del PJ encabezado por Juan Carlos Romero; distintos referentes de izquierda, en particular, jugaron un papel destacado.
Al promediar la pueblada, se paralizaron todas las actividades y una Asamblea Popular aprobó el petitorio definitivo, que incorporó reivindicaciones que surgieron en los distintos municipios de la zona, que se fueron sumando e instalando sus propios piquetes en la ruta y en los pasos vecinales. Así, todo el departamento San Martín quedó incomunicado y bajo control de los manifestantes, que exigieron entre otras cosas puestos de trabajo, fondos de desempleo, obras de infraestructura, refinanciación de deudas, créditos blandos y asistencia social. Finalmente, tras obtener importantes concesiones por parte de las autoridades, el corte fue levantado el 14 de mayo de 1997.
La pueblada logró imponer condiciones significativas, incluyendo, además de buena parte de los reclamos mencionados, el desplazamiento de intendentes y concejales. El incumplimiento de los acuerdos por parte de los gobiernos nacional y provincial motivó nuevos cortes y puebladas en la región, que hicieron visibles las importantes carencias que persistían y dejaron planteado un formato de protesta que hicieron suyo los trabajadores desocupados y que signó toda esa etapa de fuerte crisis política y económica en el país.
Recursos

Entrevista a Pepino Fernández, dirigente de desocupados de Mosconi, quienes cobraron una creciente visibilidad tras la pueblada.

Benclowicz, José (2014). “De los piquetes a las puebladas. Representaciones y acciones comunitarias en el norte de Salta” en Estudios, n° 32, CEA-Universidad Nacional de Córdoba.
Svampa, Maristella y Pereyra, Sebastián (2003). Entre la ruta y el barrio. Buenos Aires: Biblos.

2001: El Argentinazo
19dicTodo el día2001: El ArgentinazoPor Gonzalo Pérez Álvarez

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“Que se vayan Todos” El protagonismo obrero y popular destrozando el espejismo neoliberal en las calles.
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“Que se vayan Todos”
El protagonismo obrero y popular destrozando el espejismo neoliberal en las calles.
El 19 y 20 de diciembre de 2001 una insurrección obrera y popular atravesó el país. Miles de jóvenes trabajadorxs enfrentaron a las fuerzas represivas en cada pueblo o ciudad, hasta conquistar la caída del presidente Fernando De la Rúa y el ministro de economía Domingo Cavallo.
En esa batalla se destruyó el espejismo neoliberal, que ocultaba tras sus mentiras el cruel aumento de la pobreza, la desocupación, la pérdida de derechos y el incremento del hambre de nuestro pueblo. La insurrección sintetizó todas las formas de lucha que la clase obrera había desarrollado durante los años noventa: cortes de rutas, movilizaciones, huelgas, enfrentamientos, saqueos, asambleas, insurrecciones, y tantos otros instrumentos fueron utilizados para motorizar la rebelión. Sin embargo, muchas interpretaciones ponen el eje en que fue una rebelión únicamente de la “clase media” (sin destacar, en todo caso, la momentánea unidad de los sectores populares, expresada en la consigna “piquete y cacerolas, la lucha es una sola”). Otras voces hablan de esos días comparándolos con “un infierno” o los asimilaron a una interna “palaciega”, invisibilizando la lucha callejera.
Este hecho se forjó en dos convocatorias de la clase obrera. Por un lado, las tres semanas de cortes de ruta desarrolladas por el movimiento piquetero, durante julio y agosto del 2001. Por otro lado, y más directamente implicada en la insurrección, se destaca la huelga general convocada por las centrales sindicales el 13 de diciembre: desde ese día, la rebelión fue creciendo, hasta sintetizar en el gran hito del 19 y 20 de diciembre.
El día 19 los saqueos se masificaron, produciéndose enfrentamientos con las fuerzas represivas en todo el país. Por la noche, De la Rúa declaró el estado de sitio durante treinta días, intentando sostenerse en base a la violencia estatal. En ese momento comenzó la insurrección: cientos de miles marcharon a las plazas de cada ciudad al grito de “que se vayan todos”.
En la Plaza de Mayo la lucha callejera se extendió durante la noche y el día posterior. Fue una batalla de la fuerza popular contra las fuerzas represivas que atacaron con balas de plomo, gases y demás armas de combate, contra las piedras y palos del pueblo. Finalmente, De la Rúa renunció a las 19.56 del 20 de diciembre, escapando desde el techo de la Casa Rosada en el helicóptero presidencial. Se trata, sin dudas, de un hito en el ciclo de luchas obreras y populares de Argentina.
En esas jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, nuestro pueblo derrotó la hegemonía neoliberal. Durante esos enfrentamientos, miles nacieron a la vida política y vieron transformada su subjetividad. En este recordatorio buscamos recuperar su potencial: consolidar la organización obrera, desarrollar la conciencia popular y construir las herramientas que necesitamos para realizar sus demandas históricas.
Recursos

Iñigo Carrera, Nicolás y Cotarelo, María Celia (2003a) “La insurrección espontánea. Argentina diciembre 2001. Descripción, periodización, conceptualización”, en PIMSA DT Nº 43, Buenos Aires.
Bonnet, Alberto (2002) “Que se vayan todos”. Crisis, insurrección y caída de la convertibilidad”, en Bajo el Volcán, Revista de la Univ. De Puebla, Año 2 N°5, Puebla, México.

2002: Comienzo de la gestión obrera en Zanón
01octTodo el día2002: Comienzo de la gestión obrera en ZanónPor Fernando Aiziczon

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Fábrica Sin Patrones Cada primero de octubre, obreros y obreras conmemoran en Neuquén el inicio de la experiencia de gestión
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Fábrica Sin Patrones
Cada primero de octubre, obreros y obreras conmemoran en Neuquén el inicio de la experiencia de gestión obrera más radicalizada que conoció el ciclo de luchas sociales en la Argentina de fines del siglo XX. Reconocida mundialmente, FaSinPat ha renovado el debate sobre los modos de acción y lucha del movimiento obrero, así como sobre las alternativas posibles al capitalismo.
El 1 de octubre del 2002 lxs obrerxs de Cerámica Zanón decidieron en asamblea ocupar la fábrica y ponerla a producir. Inaugurada en Neuquén en 1979, Zanón había llegado a ser una de las mayores fábricas de pisos cerámicos y revestimientos de América Latina. Sin embargo, hacia fines del siglo XX la patronal comenzó a profundizar medidas de reducción de costos laborales: ya practicaba sistemáticamente despidos, suspensiones, e incluso amenazaba con cerrar si persistían las acciones de resistencia que lxs obrerxs habían comenzado a desplegar algunos años antes.
En efecto, durante 1998 la Lista Marrón ganó las elecciones a comisión interna, y, dos años más tarde, conquistó el Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (SOECN) desplazando a la conducción burocrática que lo controlaba desde su fundación (1983) y actuaba en complicidad con la patronal. Este triunfo fue fruto de las luchas previas contra todo tipo de arbitrariedades patronales y maniobras sindicales. De allí que la Lista Marrón llevara entre sus principios la práctica de la asamblea y la acción directa. Al mismo tiempo, esta fue incorporando el vocabulario del clasismo aportado por el activismo de izquierdas presente en la nueva conducción del gremio: la revocación de mandatos, la representación de minorías, el control obrero de la producción, las invocaciones al socialismo. Todo lo cual quedó plasmado en la reforma de los estatutos del SOECN del 2005, que declaró explícitamente que la lucha debía orientarse hacia “una sociedad sin explotadores ni explotados”.
Inscripta en aquel ciclo de luchas coronado por la rebelión popular de diciembre de 2001, Zanón es sinónimo de cortes de ruta, piquetes, ollas populares, alianzas con otros sectores en lucha, solidaridad entre ocupados y desocupados, e incluso participación en la contienda electoral, tal como sucedió en 2011 cuando ingresaron a la legislatura neuquina los primeros diputados ceramistas mediante la alianza entre la Lista Marrón y el Frente de Izquierda. Al mismo tiempo, implicó prácticas como la donación de material a escuelas, hospitales y tomas de tierras, la solidaridad con comunidades mapuche y hasta la puesta en funcionamiento de una escuela en su interior.
Aquella asamblea que decidió el avance en la gestión fabril, resolvió también modificar el nombre: así, Zanón pasó a denominarse FaSinPat, fábrica sin patrones. Atravesando crisis económicas y tensiones internas, expropiada finalmente en el año 2009, la riqueza de esta experiencia es tal que continúa viva, generando debates en el movimiento obrero y el activismo. FaSinPat es uno de los frutos más perdurables del gran auge de luchas que recorrió la Argentina en el cambio de siglo y una invitación a la revitalización del ideario de las izquierdas en base a las tradiciones de lucha de la clase obrera.
Recursos

Estatuto del SOECN aprobado en el 2005

Página web de FaSinPat: Historia
Recomendaciones bibliográficas

Aiziczon, Fernando (2009). Zanón. Una experiencia de lucha obrera. Ediciones Herramienta, Buenos Aires.

Aiziczon, Fernando (2011). “ZANÓN-FASINPAT: la política clasista del control obrero”. En Revista ORG & DEMO (Organización y Democracia), vol. 12, n° 1, Brasil.
Material complementario
Efemérides de Historia Obrera
Podcast La Carpa de la solidaridad
La música y la historia. Cápsula del tiempo Retazos de Historia Obrera
Apuntes radiales de Historia Obrera. Luz y Fuerza Mar del Plata contra las privatizaciones. Con Pablo Ghigliani
Memorias Obreras. Acto en conmemoración de la Carpa de la Solidaridad y Homenaje a José Rigane