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2002: LA MASACRE DE AVELLANEDA

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26junTodo el día2002: LA MASACRE DE AVELLANEDAPor Mariano Pacheco

EFEMÉRIDE

PUENTE PUEYRREDÓN: UN SÍMBOLO DE LAS LUCHAS DESDE ABAJO

Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, los jóvenes asesinados por la policía en la represión a la movilización piquetera, sintetizan en sus figuras el recorrido de la generación militante de 2001.

El miércoles 26 de junio de 2002, a escasos seis meses de la insurrección popular del 20 de diciembre, un conjunto de organizaciones sociales se movilizó una vez más en el marco de un plan de lucha. Entre las reivindicaciones se encontraban el aumento general del salario básico, la duplicación del monto de los subsidios para lxs desocupadxs, obtención de alimentos para los comedores barriales, mejoras en salud y educación y el desprocesamiento de lxs luchadorxs populares. También, la solidaridad con  Zanón, una fábrica ceramista de Neuquén recuperada por sus trabajadorxs que corría peligro de ser desalojada.

La movilización tuvo su epicentro en el Puente Pueyrredón, que une el distrito bonaerense de Avellaneda con la Ciudad de Buenos Aires. Con fuerte desarrollo en la zona sur, los Movimientos de Trabajadores Desocupados enrolados en la Coordinadora Aníbal Verón y el Movimiento Teresa Rodríguez marcharon desde la Plaza Mitre y la estación Avellaneda (hoy renombrada “Estación Maximiliano Kosteki y Darío Santillán”). Al llegar al puente se encontraron con un enorme operativo de seguridad. Poco después, la Policía Bonaerense inició una violenta represión, disparando con balas de goma y gases lacrimógenos, pero también con munición de plomo. El saldo fue el asesinato a sangre fría de Maxi y Darío, junto a una treintena de heridxs de gravedad. Por el hecho fueron juzgados el entonces comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta, para ser en el año 2006 finalmente condenados a prisión perpetua.

La represión de la movilización piquetera se produjo cuando el presidente interino Eduardo Duhalde estaba llevando adelante negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que presionaba para que el gobierno argentino pusiera orden y disciplina mediante la represión a una sociedad convulsionada. Una sociedad que aún continuaba en movimiento después de las jornadas insurreccionales del 19 y 20 de diciembre del 2001, las que habían llevado a la renuncia y huida en helicóptero del presidente Fernando De La Rúa, quien dejaría tras de sí más de treinta compatriotas asesinadxs por la represión.

Las figuras de Maxi y Darío se transformaron en uno de los símbolos más potentes de aquel ciclo de luchas desde abajo que había comenzado con las puebladas y cortes de ruta de mediados de los años noventa. Esas formas de organización y movilización siguen vigentes en la consolidación de las organizaciones de la economía popular que pelean por derechos colectivos y para que el Estado reconozca el rol central que los movimientos sociales ocupan en la escena contemporánea. 

Recursos

Breve semblanza de Maxi y Darío” por Mariano Pacheco

Canción “Puente Pueyrredón”. Orquesta Típica Fernández Fierro

Poema: “Pasión por la justicia” por Vicente Zito Lema (2005)

“Los libros de Darío Santillán” por Pablo Solana (2018)

#Fotos: El asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán

Recomendaciones bibliográficas

Hendler, Ariel; Pacheco, Mariano; Rey, Juan (2022). Darío Santillán. El militante que puso el cuerpo. Buenos Aires: Sudestada.

2019 © Historia Obrera de Gustavo Nicolás Contreras