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El ataque económico a la clase trabajadora durante la última dictadura militar

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24marTodo el díaEl ataque económico a la clase trabajadora durante la última dictadura militarPor María Alejandra Esponda

EFEMÉRIDE

La dictadura que no sólo apretó el bolsillo de los y las trabajadoras

Dimensionar el ataque económico a la clase trabajadora que llevó a cabo la última dictadura militar ofrece claves para comprender la ofensiva actual de las clases dominantes en nuestro país.

El salario varía históricamente, y en algunos momentos, puede rozar el límite mismo de la supervivencia. Esto sucedió en la dictadura gracias a la implementación de una violencia represiva extrema, tanto estatal como patronal, contra los y las trabajadoras y sus organizaciones.

Durante la última dictadura cayó el salario real y el indirecto –formado por gastos que el Estado realiza y que derivan en un mayor acceso social a bienes y servicios–. Esto afectó directamente la calidad de vida y las posibilidades de proyección a futuro. Algunos datos: el salario real cayó casi un 40% respecto de 1974, se cerraron más de 20.000 establecimientos fabriles, disminuyó la actividad manufacturera y su importancia en la economía. Se perdieron aproximadamente 800.000 puestos de trabajo sólo en el sector industrial, a la vez que aumentó la productividad laboral (entre 1976 y 1990 en un 37%). Esos puestos de trabajo destruidos habrían de equivaler a la totalidad de personas desocupadas en 1990. Se consolidó una tendencia difícil de revertir: la caída abrupta de la participación de los y las asalariadas en la distribución del ingreso, es decir, de la porción que éstos reciben de la riqueza generada, pasando de 45 puntos a favor en 1974, a 25 en 1977.

La desindustrialización marcó un camino de desocupación, subocupación y precarización del empleo por la vía de nuevas modalidades inestables de contratación y un aumento del cuentapropismo. Entre 1976 y 2002 se pasó de 1.8 millones de obreros/as industriales ocupados/as a 500 mil. De la mano de políticas aperturistas, reforma financiera, desregulación de la relación capital- trabajo y redefinición del rol del Estado, se promovió la financiarización y la primarización de la economía.

La dictadura no sólo apretó el bolsillo y destruyó miles de puestos de trabajo, también afectó las posibilidades de organización y el sentido de pertenencia de clase y de comunidad entre quienes viven de su trabajo. La arquitectura represiva, legal e ilegal, prohibió toda actividad gremial: el derecho a huelga, las negociaciones colectivas y paritarias, la realización de asambleas. Este ataque a lo sindical, junto con el cambio en la legislación laboral, debe entenderse como parte del ataque económico, ya que permitió individualizar las negociaciones, anuló conquistas en los regímenes de salubridad y habilitó la expansión de la informalidad, la tercerización laboral y la fragmentación. Se conformó así un núcleo de trabajadores y trabajadoras sometidos a condiciones laborales inestables y notablemente inferiores, que son la variable de ajuste en momentos de crisis o disminución de la producción, estando compelidos a aceptar estas condiciones por temor al desempleo.

En el nombre de la libertad, se promovió, en realidad, plena libertad para aquellos cuya renta, ocio y seguridad no necesita aumento, y apenas una miseria de libertad para el pueblo. La misma ilusoria promesa de hoy día. 

Recursos

“Obreres animades: Obreres y la última dictadura militar” – Canal Encuentro. Aborda desde distintos ángulos el ataque a la clase trabajadora en un lenguaje ameno y a partir de animaciones.

“Canción Alicia en el país” (Serú Girán) Video clip de Charly García en 1982, haciendo una presentación televisiva con una canción que aludía metafóricamente a la dictadura, en momentos en que aún gobernaba la dictadura. Si bien la letra de la canción remite a una situación general y tal vez no explícitamente al ataque económico a la clase trabajadora, invita a reflexionar sobre el impacto de las políticas represivas, la existencia de centros clandestinos de detención, la ruptura de las proyecciones de vida futura así como la crítica a la posibilidad de justicia. 

“El carrito”. Cuento de Mariana Enríquez. El cuento no está ubicado en la dictadura militar sino en la actualidad. Habla de una situación que viene de lejos, habla de la miseria planificada –(como planteó Walsh), la violencia, la falta de empatía, la crueldad a la que estamos sometidos/as (como reflexiona la antropóloga Rita Segato). Es un cuento de ficción que nos lleva a reflexionar hasta qué punto estamos dispuestos a sostener la solidaridad o hasta qué punto nos vemos inmersos en el rechazo a la otredad que nos devuelve la imagen de la miseria.

Volante elaborado por trabajadores de la ex Propulsora Siderúrgica (actual Siderar – Grupo Techint) Fuente: Archivo de la ex D.I.P.B.A. Factor Gremial. Fecha ilegible (entre fines de dictadura y transición democrática)

Este volante, permite analizar algunas de las tendencias mencionadas: una nueva relación de poder en los ámbitos laborales que implicó un aumento de la productividad, empeoramiento de las condiciones de trabajo y caída salarial. Por otro lado, remite a un pasado de lucha que fue frenado por un proceso represivo (que no sólo puede pensarse a partir de las fuerzas militares sino por parte de las patronales) y una frase muy popular en muchas industrias de la región “se hunde el barco” (la empresa) y los/as obreros/as deben hacer un esfuerzo para no hundirse con él. 

Cuadro: Evolución del PBI y de la participación de los asalariados PBI. En números índices y porcentajes, 1974-1982.

Fuente: Fuente: Basualdo, Eduardo, Estudios de historia económica argentina. Desde mediados del siglo XX a la actualidad, Siglo XXI Editores, 2006.

Documental “Se va a acabar”. Dirigido por Eduardo “Coco” Blaustein y Andrés Cedrón, 2021. El documental aporta testimonios de trabajadores y trabajadoras, sus experiencias de organización previas, sus demandas, disputas, logros, así como también la represión sufrida y sus consecuencias. Asimismo, presentan material de archivo y animaciones que pretenden llevar al espectador a las situaciones vividas en aquellos años.

Recomendaciones bibliográficas

Basualdo, Victoria con la colaboración de Ivonne Barragán y Florencia Rodríguez (2010) “La clase trabajadora durante la última dictadura militar argentina (1976-1983): Apuntes para el análisis de la resistencia obrera”, Comisión Provincial por la Memoria.

Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky, Cuentas pendientes. Los cómplices económicos de la dictadura. Buenos Aires: Siglo Veintiuno, 2013.

2019 © Historia Obrera de Gustavo Nicolás Contreras